miércoles, 20 de agosto de 2014

Las musas también rompen corazones.

Te has ido sin avisar.
Ahora recuerdo soñar
con tu silueta
caminando hacia esa boca
que se traga todo.
Ahora recuerdo pensar
en una impensable vida
sin ti.
Y ahora
no estás.
Imagino que has encontrado unas lágrimas mejores,
y que ahora mismo
estarás nadando en ellas
cansado de tanto ahogarte en las mías.
Posiblemente
tus labios pongan el ritmo
a unos versos
incapaces de brotar de los de alguien.
Y que no son los míos.
Así que imagino
que estarás ocupado.
A mí hace tiempo que solo me ocupa tu recuerdo.
Ahora creo que estoy de acuerdo
con eso que decías
de que es mejor
vivir sin haberte conocido.
Pero,
maldito seas,
yo besé el alma que me quitaste
(o que me diste).
Yo dormí abrazada a tu frío
cientos de noches
en las que no conseguí dormir.
Es bonito tener algo a lo que abrazarse,
aunque te queme las entrañas.
Ahora temo a una cama
que no inspira nada.
Ahora declaro la guerra a cada pensamiento
que no ha sido rimado por ti.
Ahora lloro hasta que inundar este cuerpo que tengo por cárcel.
Ahora grito hasta desgarrarme los muros
frente a un papel enfermizamente pálido
y un charco de sangre
que no escribe nada.

6 comentarios:

  1. "Es bonito tener algo a lo que abrazarse,
    aunque te queme las entrañas."

    Y bien que nos agarramos con fuerza, hasta incendiarnos.

    Un abrazo, usted también me tendrá por aquí con frecuencia :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué sería una vida en la que no hemos ardido ni una vez!

      Eliminar
  2. He de confesar que tu visión de las musas es atemorizante para los que intentamos escribir. Pero, de hecho, comparto ese sentimiento contigo. He perdido mi Musa, aunque ella no lo sepa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí el hecho de escribir ya me resulta atemorizante.

      Eliminar

Escupe.