sábado, 4 de mayo de 2013

de madrugar para sonreírte y defender nuestra revolución desde un banco.

Como sentarte al sol y
cerrar los ojos
como sentarte en la hierba del parque
y besarte

como hacer oídos sordos a
todo los monstruos que
sólo saben hablar de futuro,
y como cuando nos
encendíamos un porro y
los mandábamos a tomar
por culo

sabemos más que sus libros
de texto
en los que afirman que se puede
aprender todo lo necesario para
la vida
cuando siquiera tienen ni
una rima

sabes que hemos aprendido más en
poesías cotidianas
sabes que somos un
compás de amalgama y
que jamás nos dio la gana
creer en un dios

pero que llegaremos al cielo o
al infierno, o puede que a
la nada,
y mientras el gorila de la puerta
para a todo el
que ha usado demasiado
la razón
sólo vamos a pasar los que tenemos
heridas en el corazón.

también sabes que soy de
perder las llaves
y la cordura
ya ves que se me rompen todos
los esquemas
pero también soy capaz de reconstruirme
con poemas
(y no todos tienen esa maldición,
a la que tú llamabas
don)

sabes que un día me escapé de
mi dueño
para ser capaz de pagarte
en besos
todos los versos que
me habías regado
y para en un
futuro
tener un bonito
pasado
que contar.

Sabes que nunca me he fiado de los que no tienen sueños.

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